Ciertamente, el bien y la misericordia
“Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán
todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días”. Sal 23:6 NBLA
Este es el último versículo del capítulo
y del año. Ha sido sumamente edificante y hermoso este recorrido, y como la
palabra de Dios es dulce como la miel, produce vida, entendimiento a nuestra
mente y certeza al corazón. ¡Cuán preciosa, pura y eterna es Su palabra! ¡Viva
y eficaz!
Nuestro Pastor, el Anfitrión de nuestra
alma, el Padre incondicional, desea darnos dos ingredientes adicionales, dos
añadiduras, dos presentes más y que nos seguirán por siempre, por el resto de
nuestros días. ¡Bien y misericordia! Ambas palabras en español quedan cortas
para lo que significa en hebreo. La palabra “Towb” significa “bien, bueno,
mejor y agradable”. Es la misma palabra que Dios utilizo cuando pensó en Su
creación “Y Dios vio que la luz era buena” Gn 1:4, desde el principio Él tuvo
planes para lo bueno, para nosotros, pero el pecado entro en escenario, dañando
y corrompiendo todo a nuestro alrededor.
“Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice
el Señor—.
Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una
esperanza”. Jer 29:11 NTV
Otra palabra importante del Antiguo Testamento
es la palabra “Checed”, se usa más de 240 veces. A menudo se traduce como
“bondad amorosa” o “misericordia”, en inglés en algunas versiones dice “steadfast love” que es “amor firme” o
“fiel amor”.
En el diccionario expositivo de W. E.
Vine dice que esta palabra es aún más profunda de lo que podemos entender, 1) Él
nos ama, a pesar de que conoce nuestros pecados. 2) Él nos ama con bondad o
misericordia. Es amor que no merecemos, por pura gracia. 3) Su amor por
nosotros es eterno, incluso cuando deambulamos, pecamos o fallamos. Su amor es
perdurable.
“Más la misericordia del Señor es
desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen, y su justicia
para los hijos de los hijos”. Sal 103:17 NBLA
“En la casa del Señor moraremos por largos días”, ¿Es la casa del Señor un lugar de permanencia o de paso? ¿Deseas habitar en ella o solo ir por momentos? David tenía un deseo ferviente, más que un mero capricho era un entendimiento del deseo de Dios para Su pueblo, habitar en Él. “Para David, la esperanza de habitar con Dios en Su casa era una realidad para el futuro, una escatología. En segundo lugar, la casa de Dios se presenta como el principio de la gloria eterna.” L. Michael Morales
“Mientras esté aquí seré un niño en casa con mi Dios; el
mundo entero me será su casa; y cuando ascienda al aposento alto, no cambiaré de
compañía, ni siquiera de casa; Solo iré a morar en el piso superior de la casa
del Señor para siempre”. (Spurgeon)
“Una cosa he pedido al
SEÑOR, y esa buscaré: que habite yo en la casa del SEÑOR todos los
días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para meditar en su
templo”. Sal 27:4
Mientras llega el momento de irnos a
Su presencia, podemos aquí disfrutar Su casa, morar allí, podemos caminar día a
día con la certeza de que Él habita en nosotros, Emanuel “Dios con nosotros”. Que
nuestros pensamientos, nuestras actitudes, forma de actuar provoquen que Él
nunca se vaya de nosotros, al contrario, Él encuentre siempre un lugar de
complacencia y de deleite en nosotros, un lugar de refugio y descanso. Que
podamos todos los días de nuestras vidas, vivir el bien que solo Dios sabe dar
y poder abrazar esa misericordia, ese amor fiel que nos persigue eternamente.
Feliz año 2023 y bendiciones
AK
Hermoso saber que podemos mirar por siempre en Su casa y en Su amor eterno.
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