Fama, Lana y Dama
“Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo
que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.” 2 Corintios
4:18
¡Lo que
no se ve es eterno! Quiero empezar con una pregunta que se divide en tres partes, que
confronta y es necesaria ¿En dónde, qué y quién estás poniendo tu
mirada? A lo largo de nuestras vidas en busca de nuestra identidad
puede que haya momentos en donde desviemos nuestra mirada del propósito para el
cual fuimos creados. A veces podemos llegar a amar más una cosa que a otra y a
crearnos ídolos, incluso podemos llegar a pensar que estas cosas nos
proporcionan libertad.
En la búsqueda de cuál es nuestro norte, es decir hacia dónde (Fama) vamos, la
sociedad impone que el camino al éxito es el límite, visto de una manera
terrenal; pero eso es realmente algo que a simple vista podemos ver y
palpar. Algo que llama mucho mi atención es que la palabra es muy clara al
decirnos en 1 Samuel 2:7 “El Señor da la riqueza
y la pobreza; humilla, pero también enaltece”. Y sigue diciendo “Levanta
del polvo al desvalido y saca del basurero al pobre para sentarnos en medio de
príncipes y darles un trono esplendoroso.” Esto nos habla claramente
de que nuestra confianza no debe estar puesta únicamente en esfuerzos humanos
pues es Dios quien nos pone y quita.
Desviar
nuestras miradas buscando el éxito y olvidándonos de cuál debe ser nuestra meta
en la vida, nos aleja cada vez más de cumplir aquello para lo cual estamos en
este mundo. “Sigo avanzando hacia la meta
para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en
Cristo Jesús.” Filipenses 3:14. Así como
Pablo tenía claridad de que quería ser uno en Cristo, así debe ser nuestra
actitud desechando aquello que es basura, eso que el mundo nos impone; e
ir tras aquello que debe ser considerado ganancia, debemos estar dispuestos a
perderlo todo para ganar más de lo que pedimos; porque es por Su misericordia.
Cuando el Señor nos llame a subirnos en un púlpito o un escenario no es
sinónimo de que nos enaltezcamos; esto debe ser sinónimo de
humillación; porque es en Dios que todos deben poner su mirada. “Todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se
humilla será enaltecido” Lucas 14:11. No olvidemos que Dios es quien nos da el lugar en la mesa. Él
es quien dice tú puedes sentarte conmigo.
En el camino de la búsqueda de identidad hay algo con lo que
(Lana/Dinero) algunos buscan llenar vacíos. “Porque el amor al
dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciar, algunos se han desviado
de la fe y se han causado muchísimos sinsabores.” 1 Timoteo 6:10 El
dinero no se hizo para llenar los corazones. La palabra menciona
en varias ocasiones “el amor al dinero” ``Manténganse libres del amor al
dinero, y conténtate con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré;
jamás te abandonaré». Hebreos 13:5. Nuestra dependencia no debe
estar en algo material; lo único que puede llenar el vacío de nuestros
corazones es el amor de Dios y su misericordia que se renueva día tras día para
ti y para mí.
La vida misma no depende de la opulencia de bienes, cuando hay tal abundancia
nos olvidamos de quien provee; tal y como lo expresa la palabra sobre amar dos
señores: “Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciar a uno y amará
al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la
vez a Dios y a las riquezas. Mateo 6:24.
``No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido
destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí
tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones
se meten a robar´´. Mateo 6:19-20, este versículo me hace recordar
aquello que Pablo una vez hubo reconocido y aceptado; que lo más
valioso que como hijos de Dios podemos tener no se encuentra en la tierra sino
más bien en el cielo.
Y finalmente en la construcción de nuestra identidad quizás antes de llegar a
Cristo estábamos incompletos; sin embargo, nos queda comprender que como hijos
de Dios ya tenemos quién (Dama) nos complete (Cristo). A pesar
de que la sociedad nos impulse a tener pareja o un amigo o amiga que nos acompañe
a lo largo de la vida. “En Cristo, ustedes están
completos y no necesitan nada más, pues él es cabeza de todos los gobernantes y
poderes.” Colosenses 2:10, esto quiere decir que aun incluso aquello
que la corriente del mundo dice que debemos ser o tener para hallar plenitud;
nosotros ya lo tenemos en Cristo por medio de su muerte y resurrección.
Quien
nos vino a complementar ya pagó un precio para que esto fuera posible; sin
embargo sobre nosotros recae una responsabilidad “Por tanto, hagan
morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual,
impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría.”
Colosenses 3:5 y en ``Porque donde esté tu tesoro, allí
estará también tu corazón. Mateo 6:21´´
En conclusión, lo que crees que te da libertad es lo que te encadena;
puesto a que no es la fama, lana y dama lo que te libera; es Cristo, es poner
tu mirada en él lo que te llevará a ver lo que es eterno. ¿De qué nos sirve
tener el mundo a nuestros pies cuando el cielo nos espera allá arriba? ¿A caso
no hay mejor lugar que a los pies de Cristo?
Dios les
bendiga
Zoraida Soto
Muy buena y edificante reflexión.
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