La Humillación

 

Cuando oímos la palabra “humillación”, de manera inconscientes o conscientes pensamos en “avergonzar, despreciar, doblegar, degradar, maltratar, pisotear y etc” y todas ellas son correctas. Ahora bien, ¿será́ lo mismo sufrir humillación que humillarse? Uno es impuesto y el otro es voluntario.

 

``Se humilló a sí mismo y fue obediente hasta el extremo de morir en la cruz``. Filipenses 2:8 PDT

 

Cristo sufrió́ la más alta humillación registrada en la historia (Is. 53:3-9) pero no dijo nada, permaneció́ callado;  también se humilló por amor y obediencia a Dios (Fil. 2:8). Su humillación fue voluntaria y no peco en ningún momento. Podemos sufrir humillación y permanecer en altivez de corazón, hasta pelear y cuidado si también pagamos con la misma moneda o peor. ¡Si! Muchas veces hemos reprobado el examen, pero la carrera no ha terminado. 

 

“Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.” Filipenses 2:5 NTV

 

            Cuando llega la humillación a mi vida, tengo dos opciones: Acepto el trato del Señor, me dejo procesar, dejo que el Espíritu Santo trabaje lo profundo de mi alma hasta que se produzca un fruto del Espíritu. O guardo todo eso, acumulo rencor, dolor, venganza o resentimiento. La primera opción son ahorros para la eternidad, la segunda son deudas, estoy atrasado o quitando a mi carácter. ¿Cuál prefieres?

 

¿Qué produce la humillación?

 

·         Prueba nuestro corazón.

·         Azota nuestro ego.

·         Golpea nuestro orgullo.

·         Doblega nuestra alma.

 

Sé que es difícil, no digo lo contrario, pero las pruebas son el termostato del cristiano, sin ella no sabremos ¿cómo se encuentra nuestro corazón?, que es mas engañoso que cualquier cosa (Jer. 17:9). La humillación es la base de la vida cristiana, nos parecemos a Cristo cuando la vivimos.

 

``No hay nada más engañoso que el corazón; no tiene remedio. ¿Quién lo entiende?`` Jeremías 17:9 PDT

 

Si el proceso está doliendo mucho y la carga es muy pesada, te dejo algunos consejos:

 

·         Conversa con una persona madura, llena de frutos y buen testimonio. (No todo el mundo es apto para aconsejar y acompañar, debe ser alguien que te lleve a la cruz y no al lugar de tu placer).

·         Busca en la Palabra ejemplos de humillación, medita y dedícate a estudiarlo.

·         Ora, si es necesario ayuna. Pero ningún proceso fuera de la ayuda del Señor logra buenos resultados, quien nos fortalece y nos auxilia es el Espíritu Santo.

·         Dale tiempo a Dios, sus tiempos son diferentes a los nuestros.

 

Humillarnos que es totalmente voluntario, implica bajarse, negarse a uno mismo, perder la dignidad, someterse y hasta quitar la reputación. ¿Será lo mismo humillarse ante Dios que a los hombres? ¡Jamás! Pero uno va de la mano con el otro; cuando nos humillamos ante el hombre nos humillamos ante Dios y Su palabra; pero cuando nos humillamos ante Dios, es solo a Él. 

 

Así́ como Cristo tuvo enormes beneficios por humillarse (Fil 2:9-11), así́ también nosotros si lo hacemos de la manera correcta. En la humillación hay bendición. Tanto en lo físico como en nuestro ser, si no pregúntale al Hijo prodigo:

 

·         Humildad y carácter.

·         Dependencia a y de Dios.

·         Forma compasión, misericordia y empatía.

·         Obtenemos gracia.

·         Perdón, restauración, restitución.

·         Recompensa y regalos.

 

``Por eso (por humillarse), Dios le dio el más alto honor y el nombre que está por sobre todos los nombres, para que se arrodillen ante Jesús todos los que están en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y para que todos reconozcan que Jesucristo es el Señor, dando así honra a Dios Padre``. Filipenses 2:9-11 PDT (Énfasis del autor)

 

Dios les bendiga

AK


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