Descuido
Cuando pensamos en Cantar de los Cantares imaginamos
romance, amor y redención, pero este extraordinario libro tiene más entre sus
líneas, refleja el carácter, el caminar del cristiano, sus estaciones, las
subidas y bajadas que tendremos. Nuestra vida no es lineal y la historia de la
Sulamita en Cantares somos nosotros mismos.
``No se fijen en el color de mi piel que el sol ha oscurecido. Es que mis
hermanos se enojaron conmigo y me mandaron a cuidar sus viñas, pero no tuve
cuidado de mí misma``. Cantares 1:6
En este relato la vemos avergonzada, se siente mal
consigo pues el sol la había maltratado y ahora está morena, ella se había
ocupado de cuidar otras viñas más no la de ella. Vemos que nadie le pregunto
¿porque está morena? sino que ella misma se pone delante y dice cómo se siente.
Un síntoma de descuido es ponernos adelante, es justificar el error para
conseguir la lastima de otros, o también puede ser para llamar la atención, es
un grito disfrazado de poca humildad.
Aprendimos en el post anterior, que la
responsabilidad de cuidarnos no le corresponde a nadie sino a ti y a mí.
Este descuido se reflejó en su aspecto físico, porque ahora su tono de piel está
más oscura, pero también en sus emociones, afecto también su vida espiritual. Tengo
descuido cuando no respeto mis prioridades. El hecho de que tenga una
libra de más no es porque trabaje mucho sino porque simplemente no tengo
prioridad de cuidar mi cuerpo, no me importa y así sucede en las otras partes
de mi vida. Descuido mi tiempo con Dios porque tengo otras prioridades.
Otro síntoma que vemos aquí es la de aprobación
y aceptación, ella no fue capaz de poner freno, de decir ”NO” para
sacar tiempo para ella, para cuidarse, para atender su propia viña (su
corazón). Las personas llegan hasta donde le permitamos llegar, el jefe no es
el abusador sino que tú no pusiste límites en el momento correcto, no
respetaste tus horarios de comida y salida. No culpes a nadie de tus
propias acciones, eres responsable de ellas.
Las viñas en lo natural no se cuidan solas, necesitan
ser atendidas con mucho cuidado, desde la raíz, la elección de la tierra, las
hojas, los frutos, cada parte de la vid tiene una importancia y revela un
aspecto de nuestra vida, dependiendo de la estación del año así será el trato, también
hay época de poda, como también de cosecha. En definitiva la viña hay que
atenderla.
El descuido comienza a dañar mi corazón cuando comienzo a volverme
irritable, mi naturaleza que debería ser apacible se vuelve insoportable, no
solo que ya no me soporto sino que nadie desea estar de mi lado,
acuérdate que todo lo que hay en el corazón brota. Mi mal humor va a salpicar a
mí alrededor y va a herir a los demás. Me vuelvo reactiva, victimizo y en
vez de priorizar comienzo a soltar todo como una futura solución al problema.
``Amor mío, dime a dónde lleva a pastar tu rebaño. Dime a dónde lo llevas a
descansar al medio día``. Cantares 1:7ª PDT
La Sulamita ya en el versículo 7 ella ya está
desesperada, pregunta por su Amado. ¿Dónde estás? ¿Dónde estás pastoreado? Ella
reconoce que solo en Jesús puede hallar descanso y paz, pero también sabe que
solo en Su presencia puede ser llenada y saciada. El rebaño en la mañana estaba
comiendo pero en el intenso sol del mediodía está descansando, ella sabe todos
esos principios pero no estaba viviendo ninguno. Entonces en vez de acusar a
otros, busca la solución de sus problemas `Jesús`.
``Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios``. Hechos
20:28ª NTV
El autor de Hechos nos exhorta primero a atendernos a
nosotros y luego los demás, no podemos ser funcionales y efectivos sino nos
descuidamos, al contrario daña nuestro corazón y los demás, por eso Marta al
estar cansada (estado del corazón) ataca a su hermana María, trato de
avergonzarla delante de su Maestro, pero Jesús que conocía el corazón de Marta
y los síntomas, afirma la decisión de María ``ella escogió la mejor parte``.
¿Cuál fue esa parte? Sentarse bajo los pies de Jesús en completa entrega, en devoción
y pasión.
Jesús no menosprecia el arduo trabajo de Marta, sino
que le enseña que en la vida hay tiempo para todo, tiempo para disfrutar al
Maestro y tiempo de atenderlo, Él quería que aprendiera a priorizar, a
equilibrar, hay momento para dar y otros para recibir, que ningún servicio,
trabajo podrá reemplazar lo que cultivas en lo íntimo. Que hay tiempo para
pasear, hacer ejercicios, tomar unas buenas vacaciones, sentarse
intencionalmente a descansar (no es un estado física, sino del alma).
``Hay una temporada para todo, un tiempo para cada
actividad bajo el cielo``. Eclesiastés 3:1 NTV
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