Un fruto llamado GOZO
En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! (Ga 5.22-23).
La palabra de Dios es asombrosa, mientras más la estudió y meditó en ella más enamorada salgo, lo más bello de todo es que ella habla de todo un poco, sobre cualquier tema podemos encontrar una verdad entre sus líneas. En ella encontramos los frutos del Espíritu Santo, que son el reflejo de la madurez del cristiano, cada uno habla del carácter de Cristo. El labrador (El Padre) anhela buenos frutos, es más por los mismos seremos conocidos (Mt 7.16-21), y con ellos lo glorificamos también. Entonces es de vital importancia poner empeño en cultivarlos, si no producimos frutos vienen tiempos de poda (Jn 15.2) y también si somos tierra nos aran.
Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. Jn 15:5
Tanto la poda como el arar producen dolor pero es allí en medio del proceso que se formara un carácter como nuestro Salvador. El fruto del Gozo nace en medio del fuego de la aflicción, es allí en tribulación que aprendemos a gozarnos no por las bendiciones de la vida, sino por quien es El, esos procesos se parece cuando la semilla cae a tierra y debe morir o descomponerse para que germine una planta, ciertamente debemos morir a nuestra voluntad, a nuestra reputación, a tener la razón. En medio de esa entrega comienza a nacer un fruto no natural sino espiritual, un carácter de Cristo Jesús.
Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Ha 3.17-18
Pablo es un increíble ejemplo, su gozo no era temporal sino eterno. En cada prueba, cada proceso le sacaba provecho, no solo aprendió a contentarse sino que tuvo el fruto del gozo en su corazón, en cada aflicción glorificó al Padre ´´Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias..´´ (2 Co 12.10), Jesús supera a todos pues Él sabía de antemano los momentos dolor y aflicción y aun así obedeció y se gozó en hacer la voluntad de su Padre ´´Ahora voy a ti. Mientras estuve con ellos en este mundo, les dije muchas cosas para que estuvieran llenos de mi alegría.´´ (Jn 17.13).
Dice Paul G. Caram en el libro ´´Cristianismo Verdadero´´ que el gozo es el resultado de que Cristo more en nuestro ser como una fuente de agua de vida. Él es la Fuente de agua viva. Nuestro gozo permanece cuando perseveramos en hacer de Cristo la fuente de nuestras vidas.
Algunas pautas para dar frutos:
- Estar pegados a la Vid Verdadera (Jn 15.4)
- La palabra nos poda y nos purifica (Jn 15.3)
- La obediencia produce frutos (Lv 26.3-5)
- Tener permanencia (Jn 15)
- Poner nuestra confianza en Dios (Jr 17.7-8)
Pues en medio de una gran prueba de aflicción, abundó su gozo, y su profunda pobreza sobreabundó en la riqueza de su liberación. 2 Co 8.2
Dios les bendiga.
AK
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