Puerta de Esperanza I
Aunque nuestros
labios expresan hábilmente nuestro amor por el Señor, nuestros pasos corren a
entregar uno de nuestros más valiosos recursos; nuestro tiempo, a muchas otras
cosas menos a estar con el.
La infidelidad es la ruptura de un pacto, y si bien provoca deleites temporales, es un desencadenador de angustia y desastre.
Este es el significado del Valle de Acor en este versículo: “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza...” Oseas 2:14-15 RVR1960El preámbulo describe la relación de un hombre de Dios con su esposa infiel, por la cual paga un rescate para poder recuperarla, sin importar su falta.
La faceta de Dios mostrada en este libro no es como padre que corrige al hijo que ama, sino se representa en la figura matrimonial; de la iglesia novia escogida y el esposo que ama y se da a sí mismo en rescate por la amada (la iglesia).
Todo lo que ocupe el lugar de Dios en tu vida se convierte en un ídolo. ¿Qué lugar le corresponde a Dios en tu vida? Jesús lo describió citando el primer mandamiento: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” Mr.12:30, de manera que todo aquello que esté absorbiendo la mayor parte de tu tiempo, energías, tu amor; es algo que estás adorando.
En sentido simbólico, la adoración de dioses falsos es considerada como una traición al pacto contraído con Jehová (Os. 2:2-13).
El deseo de Dios es que nuestro amor para con Él sea total, como el esposo lo espera de la esposa que le ha jurado fidelidad, y por medio del arrepentimiento nos extiende una puerta de Esperanza.
Por Elisabeth Sanquitin @esanquintin
Comentarios
Publicar un comentario